jueves, 8 de noviembre de 2012


a ver que se ve, estamos en el ciclo de cine animado.


Estas son algunas referencias de las películas que estamos mirando en este final de año lectivo.


PONYO EN EL ACANTILADO




Dirección y guión: Hayao Miyazaki.
País: Japón.
Año: 2008.
Duración: 100 min.
Género: Animación, aventuras, familiar.
Producción: Toshio Suzuki.
Música: Joe Hisaishi.
Fotografía: Atsushi Okui.
Montaje: Takeshi Seyama.
Dirección artística: Noboru Yoshida.

Sosuke, un niño de cinco años, vive en lo más alto de un acantilado que da al mar. Una mañana, mientras juega en una playa rocosa que hay bajo su casa, se encuentra con una 'pececita' de colores llamada Ponyo, con la cabeza atascada en un tarro de mermelada. Sosuke la rescata y la guarda en un cubo verde de plástico. Ponyo y Sosuke sienten una fascinación mutua. Él le dice: “No te preocupes, te protegeré y cuidaré de ti”. Sin embargo, el padre de Ponyo, Fujimoto, que en otro tiempo fue humano y ahora es un hechicero que vive en lo más profundo del océano, la obliga a regresar con él a las profundidades del mar. “¡Quiero ser humana!”, exclama Ponyo y, decidida a convertirse en una niña y regresar con Sosuke, escapa. "Ponyo en el acantilado" es una aventura mágica sobre la fuerza de la amistad y el poder de la naturaleza que traslada a la gran pantalla la particular visión del director sobre el cuento de la Sirenita.
EL VIAJE DE CHIHIRO
"Te obliga a permanecer con la boca abierta  y los ojos como lunas"
Tònia Pallejà





Dirección y guión: Hayao Miyazaki
País: Japón
Año de producción: 2001
Duración: 122 min.
Género: Animación
Producción: Toshio Suzuki
Música: Joe Hisaishi
Montaje: Takeshi Seyama
Diseño de producción: Norobu Yoshida
Dirección artística Youji Takeshige
Personajes: Chihiro, Akio, Yugo, Haku, Lin, Kamaji, Yubaba, Zeniba, Las Tres Cabezas, Bou, La Rana Verde, Sin Cara, Dioses de los Baños (Putride, Blanco, Ovinos, Ogros de las Montañas, Kasuka, Orni-theos, ...) y muchos más...

Los padres de Chihiro le cuentan la noticia de que se van a mudar, cosa que no le agrada mucho a la niña, se pone furiosa y no hace nada para ocultar sus sentimientos. Rumbo a su nuevo hogar, Akio parece equivocar el camino y terminan en una especie de callejón sin salida finalizado por una especie de tunel que pareciera no tener fin. La familia decide entonces atravesar el tunel, el cual los lleva a un poblado que parece abandonado, pero al llegar allí, los padres dechihiro son transformados en cerdos. Están en una tierra “maravillosa”, de dioses antiguos, de seres mágicos y, a la vez, de problemas, encantos, brujerías, etc. Al ser convertidos sus padres,Chihiro emprende la tarea de volverlos a su forma humana, y este es el verdadero viaje, recorrer este mundo en busca de una solución para el problema de sus padres.


EL CASTILLO AMBULANTE





Dirección: Hayao Miyazaki.
País: Japón.
Año: 2004.
Duración: 119 min.
Género: Animación, fantasía.
Personajes: Sophie, Howl, La Bruja de las Landas, Calcifer, Marko, Suliman, Hihn, Navet.
Guión: Hayao Miyazaki; basado en la novela de Diana Wynne Jones.
Producción: Toshio Suzuki.
Música: Joe Hisaishi.
Fotografía: Okui Atsushi.
Montaje: Takeshi Seyama.
Dirección artística: Yôji Takeshige y Noboru Yoshida.



Es una película de animación japonesa del Studio Ghibli dirigida por Hayao Miyazaki, director de otras obras del estudio como Nausicaä del Valle del Viento, La princesa Mononoke o El viaje de Chihiro y basada en la novela de la escritora británica Diana Wynne Jones llamada El castillo ambulante.

La película narra la historia de Sophie, una joven que es víctima de un hechizo y que decide ir al castillo ambulante, lugar habitado por el mago Howl, para ver si puede encontrar una solución al maleficio.

sábado, 3 de noviembre de 2012

niñas del grupo 7-3

ESTE ES EL CUENTO QUE DEBEN UTILIZAR PARA HACER LA ACTIVIDAD DE DIBUJO MANEJANDO LAS TEXTURAS.


Había una vez un árbol que amaba a un pequeño niño. Y todos los días el niño venía y recogía sus hojas para hacerse con ellas una corona y jugar al rey del bosque.
Subía por su tronco y se mecía en sus ramas y comía manzanas. Y ambos jugaban al escondite. Y, cuando estaba cansado, dormía bajo su sombra y el niño amaba al árbol… mucho.
Y el árbol era feliz.
Pero el tempo pasó. Y el niño creció. Y el árbol se quedaba a menudo solo. Pero un día, el árbol vio venir a su niño y le dijo: “Ven, Niño, súbete a mi tronco y mécete en mis ramas y come mis manzanas y juega bajo mi sombra y sé feliz”. “Ya soy muy grande para trepar y jugar,” dijo él.
“Yo quiero comprar cosas y divertirme. Necesito dinero. ¿Podrías dármelo?” “Lo siento”, dijo el árbol, pero yo no tengo dinero. Sólo tengo hojas y manzanas. Coge mis manzanas y véndelas en la ciudad. Así tendrás dinero y serás feliz. Y, así, él se subió al árbol, recogió las manzanas y se las llevó.
Y el árbol se sintió feliz.
Pero pasó mucho tiempo y su niño no volvía… y el árbol estaba triste. Y entonces, un día, regresó y el árbol se agitó alegremente y le dijo, “Ven, Niño, súbete a mi tronco, mécete en mis ramas y sé feliz”. “Estoy muy ocupado para trepar árboles,” dijo él. “Necesito una casa que me sirva de abrigo”.
“Quiero una esposa y unos niños, y por eso quiero una casa. ¿Puedes tú dármela?” “Yo no tengo casa”, dijo el árbol, “El bosque es mi hogar, pero tú puedes cortar mis ramas y hacerte una casa. Entonces serás feliz. Y así él cortó sus ramas y se las llevó para construir su casa.
Y el árbol se sintió feliz.
Pero pasó mucho tiempo y su niño no volvía. Y cuando regresó, el árbol estaba tan feliz que apenas pudo hablar. “Ven, Niño” susurró. “Ven y juega “ “Estoy muy viejo y triste para jugar”, dijo él. “Quiero un bote que me lleve lejos de aquí. ¿Puedes tú dármelo?” “Corta mi tronco y hazte un bote”, dijo el árbol.
“Entonces podrás navegar lejos… y serás feliz”. Y así él cortó el tronco y se hizo un bote y navegó lejos.
Y el árbol se sintió feliz… pero no realmente.
Y después de mucho tiempo su niño volvió nuevamente. “Lo siento, Niño”, dijo el árbol, “pero ya no tengo nada para darte- Ya no me quedan manzanas”. “Mis dientes son muy débiles para comer manzanas”, le contestó. “Ya no me quedan ramas” dijo el árbol. “Tú ya no puedes mecerte en ellas-”
“Estoy muy viejo para columpiarme en las ramas”, respondió él. “Ya no tengo tronco” dijo el árbol. “Tú ya no puedes trepar-” “Estoy muy cansado para trepar” le contestó. “Lo siento” se lamentó el árbol “Quisiera poder darte algo… pero ya no me queda nada. Soy solo un viejo tocón. Lo siento…
“Yo no necesito mucho ahora,” contestó él, “solo un lugar tranquilo para reposar. Estoy muy cansado.”
“Bien”, dijo el árbol reanimándose, “un viejo tocón es bueno para sentarse y descansar. Ven, Niño, siéntate. Siéntate y descansa”.
Y él se sentó… y el árbol fue feliz.